Exfoliación: Qué es y cómo funciona

La exfoliación es un proceso para el cuidado de la piel que nos da muchos beneficios, te explicamos en qué consiste.

¿Qué es la exfoliación?

Así se le llama a la renovación de la capa más externa de la piel, un proceso natural que se deshace de las células muertas en la epidermis y le da lugar a las nuevas, logrando así que contribuyan a ser un protector de agresiones externas, como lo son la contaminación, los rayos solares o los cambios bruscos de clima.

Como decíamos en una nota pasada, sin que lo notemos, la exfoliación ocurre cada 28 días, ¡la piel se deshace de 30,000 mil a 40,000 mil células muertas por minuto!, y conforme pasa el tiempo esta renovación se hace más lenta acumulando células muertas que no permiten que la piel se oxigene de manera adecuada, dando como resultado una piel deshidratada.

Sin embargo, existe otro proceso que es artificial, el cual se propicia a través de productos específicos que por lo regular están hechos de ácidos químicos exfoliantes y enzimas que ayudan a descomponer la acumulación de grasa e impurezas para refrescar la piel.

Algunos beneficios de la exfoliación

Textura

Uno de los beneficios es que tu piel quedará más lisa y además ayudará a suavizar las cicatrices y le dará a tu rostro una apariencia más uniforme.

Hidratación

Con la exfoliación estarás retirando las células muertas de tu piel, lo que equivale a remover una capa inservible que dará cabida a que los productos o cosméticos que apliques después se absorban de mejor manera, creando así a un aspecto mucho más luminoso y natural.

Renovación

La exfoliación renovará tu piel y estimulará el sistema linfático y la liberación de toxinas a través de los poros.

Limpieza profunda

Es importante incluir en tu rutina de skincare un exfoliante, ya que actuará eficazmente para realizar una limpieza profunda y le devolverá la luminosidad y uniformidad a tu rostro.

Pasos para exfoliar tu rostro

Primero debes lavar tu rostro con un jabón neutro y agua tibia. Debes elegir un producto para tu tipo de piel, ya sea en gel o en crema y comenzar el proceso de exfoliación con tu piel ligeramente húmeda. Haz movimientos circulares y dedica un poco más de tiempo en las zonas que notes que estén más ásperas. Al terminar enjuaga con agua fría y posteriormente aplica una crema hidratante.

Recuerda que debes conocer muy bien tu tipo de piel para elegir el exfoliante que mejor te convenga. Ten en cuenta que no debes sobrexfoliarla pues eso podría debilitar la barrera de protección cutánea y sensibilizarla demasiado.

Sigue cuidando tu piel y vive tu vida como tú la quieres.