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Alimentos que debes consumir en menor cantidad en un plan alimenticio para perder peso

18-04-2022
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Si ya elegiste cambiar tus hábitos alimenticios para alcanzar una meta determinada, como lo es el perder peso de forma segura y saludable, ¡felicidades por dar el primer paso! La nutrición específica que sigas, sumada a una actividad física adecuada para ti, más las horas de descanso que tu cuerpo te pida y el cuidado de tu bienestar emocional siempre te recompensarán con una calidad de vida óptima.

 

En el caso de la nutrición específica, seguramente ya tienes en mente que cosas como las frituras, panecillos y dulces industrializados o refrescos con alto contenido de azúcar añadida deben quedar fuera de tu plan. Pero te conviene saber algo más. 

 

Al hablar de alimentos saludables como parte de una nutrición específica, quizá pienses que puedes consumirlos libremente para disfrutar al máximo de sus beneficios, pero esto es una percepción equivocada, ya que cada proceso vital de tu cuerpo necesita de la cantidad, calidad y combinaciones correctas de nutrientes para realizarse a la perfección. Nada con exceso es bueno para ti, así que descubre qué alimentos saludables es mejor comer de manera balanceada. En todos los casos, las cantidades idóneas según tu sexo, edad, estilo de vida y otros factores, siempre deben ser definidas por especialistas en nutrición.

 

En todo momento, elige bien.

  • Grasas saludables. Según la Fundación Española del Corazón, todos los frutos secos (nueces, almendras, cacahuates, avellanas, pistaches, etcétera) favorecen la salud cardíaca, y además de su aporte de grasas saludables, son ricos en proteínas, oligoelementos y proporcionan energía para el día a día. La principal razón para tomarlos moderadamente es que al mismo tiempo tienen alto contenido calórico. Otras fuentes de grasas saludables que hay que comer con sensatez son el aguacate, aceites vegetales (oliva, semilla de uva, canola, cártamo, girasol, entre otros) y aceitunas.   

 

  • Carnes, lácteos y huevo. Una idea para evitar excesos puede ser alternar días con platillos que contengan carnes magras, huevo o quesos bajos en grasa, con recetas a base de leguminosas como frijol, lenteja, garbanzo, haba, etcétera. Limita al máximo o si puedes evita embutidos, carnes frías y cualquier producto de origen animal ultraprocesado, ya que además de grasas contienen muchísimo sodio.

 

  • Leches vegetales. Sea por cambio de hábitos o por una necesidad de nutrición específica, las leches de soya, coco, almendra o arroz son una opción muy recomendable si las consumes sin abusar, de acuerdo a un artículo de Mejor con Salud, un portal de noticias sobre salud y bienestar. Prefiere aquellas libres de azúcar ni sabores añadidos.

 

  • Pan de caja, tortillas, arepas, arroz blanco y pasta. También se pueden consumir con moderación, pero puedes preferir los elaborados a base de cereales integrales, que según la revista Natursan, además de aportar nutrientes esenciales, son ricos en fibra e hidratos de carbono de absorción lenta, lo que contribuye a darnos más saciedad y balancear nuestro peso comiendo menos cantidad. 

 

  • Azúcares de origen natural. De forma controlada, edulcorantes como la miel de abeja, estevia, mascabado, fruto del monje, piloncillo o panela también podrían acompañarte en tus hábitos alimenticios, siempre y cuando vigiles las cantidades. 

 

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Un plus para tu plan de nutrición específica es elegir productos que incluyan un etiquetado nutricional completo, el cual debes aprender a leer, esto te ayudará a identificar sus ingredientes, cantidades, y si promesas como “light”, “libre de grasas” o “bajo en carbohidratos”, entre otras, son ciertas. Nadie lo sabe todo, así que, si al principio te resulta complicado, busca asesoría nutriológica.

 

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